Querido diario,
8:30
Me despierto con la alarma de Google Nest. “Ok Google, buenos días”. Una retahíla de información a primera hora de la mañana: que hace un tiempo maravilloso pero frío, que para algo estamos en la sierra; que hoy es un gran día y todo va a salir bien, porque programé ese mensaje en un momento de motivación; y el boletín informativo de ElPaís.com. Este último habla sobre la vacuna de Pfizer, noticia del día; el juicio por los atentados del 17-A en Barcelona; lo último de C. Tangana, que combina música urbana y bachata; y un repaso a la situación de la COVID-19 en España (spoiler: es mala).
8:35
Tras 5 minutos de sobreinformación, no hay nada como repasar el correo del trabajo en el móvil. Nada que no pueda esperar un café. La agenda me plantea un día bastante entretenido.
8:40
Tras asearme, doy al botón de la Nespresso y miro Twitter. Mismas noticias en otras bocas o, mejor dicho, en otros picos.
8:45
Desayuno viendo Shin-Chan, como cada día desde hace meses. Lanzo un capítulo cualquiera de Youtube al Chromecast. Creo que es pirata, porque tras cerrar el “Hazte premium durante un mes por favor” veo que la resolución va entre SD y Ultra SD.
8:55
Teletrabajo, día 246 si no restamos vacaciones y festivos. El proceso es largo, pero 200 días dan para acostumbrarse. Entra al entorno de la empresa. Espera a que te expulse. Entra de nuevo con tu usuario y contraseña. Espera el aviso de seguridad. Introduce tu móvil. Introduce el código que ha llegado a tu móvil. Accede al Entorno colaborativo. Accede al mail. Salta el protocolo de seguridad de Google. Bienvenido.
9:00
Repaso mis tareas del día en una pantalla, mientras en la otra cargo páginas de diseño, foros y ABC. Porque Twitter no llega a todas partes, porque llevo visitando el mismo foro 16 años y no he perdido la costumbre. Porque la versión de El País ya la sé, aunque descubro que la de ABC no dista mucho.
9:10
Primera llamada del día. Cinco minutos hablando de COVID. Me encargan impartir una formación a algunos compañeros el próximo lunes.
10:00
Primera reunión de la mañana. A través de Google Meet. Actualización de la situación de un proyecto en el que soy el responsable de la comunicación interna. También se le conoce como la cosa que ocupa el 95% de mi tiempo laboral y el 80% de mi cabeza total desde el mes de julio.
10:05
Veo entrar el wasap de un amigo en la smartband. Van como 5 audios seguidos. Mi amigo es de los que te escribe si es urgente y te manda audio si es una chorrada. Es importante conocer esos patrones de comportamiento en un momento de infoxicación.
10:45
Acaba la reunión y puedo escuchar los audios. Lo que yo decía, nada urgente.
10:47
Nuevo Google Meet, esta vez con el equipo de diseño. Repasamos los diferentes excels, ppts, docs y pdfs del proyecto, principalmente porque ninguno sabemos en cuál se encuentra el punto que tenemos que aclarar. Solución: estaba en mi libreta. A boli.
11:05
Pongo música en Spotify. Es mi lista de favoritas, suena Little Mix. Abro las herramientas de diseño para adecentar la propuesta que preparé ayer a última hora.
11:10
Entra en mi mail personal la newsletter de El Times. Un artículo destacado sobre Trump y los tips del reality ‘El aprendiz’ que sigue aplicando en su día a día como presidente y candidato no re-electo. De paso veo que mi suscripción a Atresplayer ha caducado. He terminado Veneno, pero me he quedado a mitad de La Valla, así que tendré que renovar otro mes.
11:13
Aprovechando el despiste, ojeo Twitter.
11:15
Vuelvo al trabajo, ahora sí, pero tengo que repasar una escaleta de podcast con urgencia. Son las 11:29 cuando puedo volver a ponerme con mi diseño.
11:30
Reunión de equipo. Esta vez por Cisco WebEx. Dura hora y media, así que hay tiempo para: hablar de COVID-19. Repasar los diferentes proyectos en que estamos trabajando. Recibir al compi que acaba de conectarse y volver a hablar de COVID-19. Escuchar el mensaje oficial sobre la nueva jefa del macro-departamento. Cotillear sobre el mensaje no oficial tras el nombramiento de la nueva jefa del macro-departamento.
13:00
Bajo a la cocina, 33% porque me apetece un zumo, 33% porque necesito estirar las piernas. Había un 33% de ganas de desconectar, pero se pierde en el primer tono de llamada. Cuelgo y
13:03
Mi madre me pone al día de la situación de la COVID-19 en el pueblo. (Spoiler: no es buena).
13:06
Consigo volver a ponerme con el diseño. Está listo en media hora, gracias y a pesar de Ilustrator.
13:36
Me pasan la primera maqueta del podcast en el que intervengo (véase 11:15). Es un podcast del equipo de Diversidad de la empresa, en el que se repasa la historia de mujeres olvidadas. Hoy toca Alice Guy, la auténtica madre del cine de ficción.
14:00
Bajo a comer. Lo hacemos viendo las noticias. COVID-19. Prefiero poner una serie, aunque sea el mismo capítulo que he visto entre 75 y 120 veces. La cadena que hay justo detrás emite lo propio, pero en amarillo.
14:30
Vuelvo al trabajo. Comparto con mi compañero el feedback del podcast antes de pasarlo a edición.
15:00
Meet con una compañera para seleccionar a los participantes en un vídeo. La conexión da problemas, así que tiramos de móvil.
17:45
Tras terminar de trabajar, entreno un rato. Accedo al programa online FuertaFuet a través del navegador, sé los ejercicios de memoria pero en plena sesión es fácil olvidar algo. Pido a Google Nest algunas cuentas atrás.
18:30
Tras una ducha, juego a Nintendo Switch. Repaso el estado de la isla de Animal Crossing New Horizons, el juego de la pandemia. Al rato recibo un mensaje de whatsapp de un amigo para hacer algunas aventuras dinamax en Pokémon Escudo.
19:40
Escucho música en Spotify mientras repaso algunos guiones. Salta una de mis canciones favoritas (Take me home, country roads). Siempre me hace pensar en lo lejos que estoy de casa. Incluso cuando llevo 246 días trabajando desde casa.
19:45
Mi padre quiere ver The Mandalorian, pero “hay algo que no entiende en Disney+”. Creo que era pulsar el icono play que utiliza cada día con Dazn.
19:50
Veo que los guiones me llevarán más tiempo, así que cambio mi clase de inglés al día siguiente. Entro a Classgap, pongo un mensaje a mi profesora y la modifico.
20:35
Bajo a preparar la cena.
21:00
Cenamos viendo la misma serie del mediodía. En la cadena siguiente vuelve a estar lo mismo, pero en amarillo.
21:30
Tras cenar, vemos el informativo laSexta Clave.
22:05
Tras lavarme los dientes, subo a mi habitación a ver un nuevo episodio de La Valla. Había olvidado renovar Atresplayer Premium, por si cabían dudas. Al acabar el episodio comento en Twitter lo mucho que me está gustando el episodio y lo detestable que es el personaje de Alma López-Durán (#LaValla).
23:00
Enciendo el Kindle para leer un poco. Estoy a punto de terminar Rey blanco, la última novela de Juan Gómez Jurado. Los personajes están en el “edificio Princesa” de Madrid, y busco rápido en el móvil qué edificio es. Leo un poco su historia.
23:55
Se acabó el día por hoy, pienso. Me acuesto y doy las buenas noches a Nest. Nueva retahíla con el tiempo del día siguiente -maravilloso pero frío, que para algo estamos en la sierra-, a qué hora quiero poner la alarma, buenas noches y sonido de grillos. Me gustaría quitar los grillos y poner algo más invernal, pero la verdad es que no recuerdo cómo se hacía.
00:05
Sigo pensando en cómo cambiar la opción de los grillos. Busco en Google. Lo encuentro. Veo unos wasaps. Mi amiga está intentando ser youtuber (o profesora de inglés en youtube, según el día) y nos pasa un vídeo.
00:40
La sección recomendados de Youtube es una mala idea.
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